La torta de duraznos era una de mis preferidas de pequeña.
A mi madre le encantaba la torta de frutillas (fresas) con crema chantilly (nata montada con azúcar glas y unas gotitas de escencia de vainilla), pero, cuando no era época de fresas, ella, o mi abuela, la hacían con duraznos en almíbar, ¡accesibles todo el año!
Como a mi abuelo y a mi nos encanta el dulce de leche, mi abuela le agregaba, además ¡dulce de leche!
Este fin de semana papá volvió de uno de sus viajes largos, esta vez de Méjico, y, como estábamos muy contentas por su regreso quisimos recibirlo con una tarta de bienvenida (y unos preciosos dibujos ¡por supuesto!)
Aquí os traigo algunas fotos y la receta, ¡sencillísima!, de la tarta, que es una adaptación del bizcocho de yogur.
Espero que os guste:
Ingredientes:
- 2 tazas y media de harina blanca biológica con 2 cdas de levadura en polvo.
- 1 taza y media de azúcar (yo utilicé 1 taza de panela y 1/2 taza de harina integral de caña bio)
- 1 yogur natural
- 3/4 tazas de aceite de oliva (o de girasol si el sabor del aceite de oliva te resulta muy fuerte)
- 1 cdta. de escencia de vainilla.
- 2 huevos grandes.
- 1 pizca de sal.
- 1 bote de nata para montar y azúcar glas (o normal) necesaria.
- 1 lata de duraznos en almíbar
- Dulce de leche (opcional)
En un bol batimos los huevos con la sal y el azúcar con batidora eléctrica por unos 5 minutos y reservamos.
En otro bol colocamos el yogur, el aceite y la escencia de vainilla y, poco a poco, agregamos la harina mezclando bien.
Finalmente agregamos los huevos que habíamos dejado apartados mezclando con el resto con movimientos envolventes.
Colocamos en un molde previamente enmantecado y enharinado (de unos 18-20 cm de diámetro) y llevamos al horno a 180º unos 35-40 minutos.
¡Y ya está!, ahora sólo nos falta rellenarlo.
A mí me gusta utilizar el almíbar que trae la lata, de modo que, una vez partido el bizcocho por la mitad, lo mojo con el almíbar (utilizando una cucharita), tanto la parte que quedará por debajo como la que quedará por encima.
Una vez humedecido unto la parte inferior con una capa ligera de dulce de leche (ésto es a gusto, también se puede mezclar el dulce de leche con la nata), le agrego los duraznos partidos en láminas, lo cubro todo con la nata ya montada y vuelvo a colocar «la tapa»
Por último puedes cubrir el bizcocho con más nata montada o con algún frosting (yo utilicé frosting de vainilla) y lo decoré con unas florcitas hechas con fondant y con unos banderines hechos con palitos de brochetas y papeles de colores.
No habrá quedado muy «profesional»… pero rica…, ¡eso sí! ¡estaba buenísina!
¡Aquí está, lista para disfrutar ^.^
¡Cómo me gustan las tartas!
Espero que ésta os guste también ^.^
¡Feliz semana!
Marsupina, mamá cangura. 