No tengo palabras, ¡ni siquiera sé qué escribir!, cómo expresar todo lo que siento….
Hoy me he llevado una sorpresa de esas que no pueden ser más oportunas, más esperadas y más inesperadas a la vez. ¡Qué emoción! (¡y qué llorera!), qué cosa más bonita, cuántos sentimientos depositados en algo que ni siquiera pensé poder llegar a tener.
No iba a escribir sobre cómo me he estado sintiendo estos días próximos a mi primer angiografía cerebral… Tal vez porque, entre otras cosas, ni siquiera puedo poner en palabras todos los sentimientos que me han acosado estos últimos días… Tanto es así que no había hablado del tema con nadie… ¡Y cómo dolía arrastrarlo sola!…
Desde que salí del hospital que he intentado seguir mi vida como si nada hubiera pasado, como si no tuviera aneurismas en el cerebro, como si no los hubieran rellenado con platino, como si no hubiera posibilidad de que se repermeabilicen… como si todo eso pudiera ser dejado atrás y seguir viviendo como si solo hubiera sido un catarro…
Y es que soy tan feliz de haber salido viva, de ser una sobreviviente (como nos llaman en las organizaciones de aneurismas), de haber podido volver a casa con mis niñas, sin secuelas. No hay nada más grande que todo eso, no lo hay, nunca voy a dejar de sentirme tan agradecida.
Así es que me dediqué a vivir ¡es tan lindo estar vivo! y sin secuelas, ¡es un regalo tan enorme!, stos meses me dediqué a seguir disfrutando más aún (si eso es posible) de vivir, de estar con mis hijas, de ser su mamá, cuidarlas, mimarlas y disfrutarlas. Lee el resto de esta entrada »