La torta de duraznos era una de mis preferidas de pequeña.
A mi madre le encantaba la torta de frutillas (fresas) con crema chantilly (nata montada con azúcar glas y unas gotitas de escencia de vainilla), pero, cuando no era época de fresas, ella, o mi abuela, la hacían con duraznos en almíbar, ¡accesibles todo el año! Lee el resto de esta entrada »
A veces me parece increíble que ya seas «tan mayor»…
A veces te veo tan grande, tan madura. Otras veces eres tan pequeñita aún…
Deseo tanto poder estar «aquí» siempre; para acompañarte y darte todo este cariño que me desborda.
Este finde celebramos el cumple de nuestra cangurita mayor.
Dos semanas antes comencé con los preparativos. Aquí os dejo algunas de las fotos: Lee el resto de esta entrada »
Aunque llego un día tarde, no quería dejar de desearos un feliz día de Reyes y compartir con vosotros nuestro primer Roscón casero.
La Rosca de Pascua, como la llamamos en Argentina, nunca fue uno de mis dulces preferidos… lo encuentro un poco seco y, las frutas que lo decoran, tampoco son mi gran tentación, sin embargo, desde hace un par de años, al ver lo especial que es este día en España, pensaba en hacer nosotras mismas nuestro dulce de Reyes.
¡Y resultó!, ayer, p0r fin, ¡me atrevít!, tendrá sus fallos, claro, es nuestra primera Rosca, pero ¡me encantó! es tan tierno y suave… Nos gustó a todos, tanto ¡que ya no queda nada!
Os dejo la receta por si queréis probarla, a mi me la pasó una buena amiga, a quien, a su vez, se la pasó una amiga. Para ser sincera yo lo modifiqué un poco, por un lado las medidas, porque no tengo balanza y todo lo hago «a tazas», y, por otro por el tipo de levadura, que no tenía fresca sino desecada, por lo que seguí las instrucciones que venían en el sobrecito. Lee el resto de esta entrada »
Hacía años que no comía pastafrola…
Vale, tal vez exagero, seguramente que este mismo invierno (verano en Argentina), en nuestro viaje a la tierra de los abuelos, comí alguna, de dulce de batata que es la que más me gusta, pero aquí, en España, obviamente, en estos casi 12 años, no había comido nunca, ninguna.
El sábado en la compra semanal vi un dulce de membrillo que parecía delicioso, no suelo comprar, a las niñas no les gusta y mi medio limón no es nada dulcero, pero, no sé, tenía una pinta tan buena que me atreví a traerlo a casa.
El martes, al abrir la nevera lo ví ahí, solito… y, sinceramente, es un dulce que no me atrae demasiado, prefiero el de batata o, para todo ¡el dulce de leche!, así es que recordé una de las tartas tradicionales argentinas más ricas, una de las preferidas de mi madre y… ¡hagamos una pastafrola! y así mis niñas podrían conocer otro dulce argentino, mientras pasamos un rato creando juntas y disfrutando del resultado después.
La Pasta Frola es una masa de repostería similar a la masa quebrada pero que se suele aromatizar con vainilla y ralladura de limón, además de ser una masa básica que se puede rellenar con una gran variedad de ingredientes, es una tarta artesanal de tradición argentina, aunque su origen, si no me equivoco, es italiano. A lo que los italianos llaman pasta frolla es al tipo de pan con el cual se prepara la crostata, para nosotros pastafrola.
Como ya os había contado en el post de Una Semana sin Pausa, mi princesita menor cumplió 5 añitos, ¡5 años ya!, pero si ella es mi bebé…
Evidentemente ya no tengo bebé…
Está tan linda, tan mayor… ya nada, bucea, monta en bici como nosotros (ya salimos los 4 juntos ¡cada uno en su bicicleta! por cualquier lugar), casi lee y escribe todo, ayer vino encantada del cole diciéndome: «mamá, hoy la profe me dijo que ya me entiende todo lo que escribo sin necesidad de preguntarme nada». ¡Ains!, ¿dónde está mi bebé chiquitín?…
Aunque por supuesto seguimos disfrutando de acurrucarnos juntas, ella sobre mi regazo como si aún fuera tan pequeñita, y sigue pidiendo a úpa, y nos sigue encantado ir así pegaditas aunque ya pese un montón ^_^
Ocho años ya… Si a veces me parece que fue ayer cuando te sostenía por primera vez en mis brazos, contra mi pecho, tan pequeñita, tan indefensa, tan tierna…
Este sábado fue el cumple de la princesita mayor de la casa y tuvimos la suerte de contar con la visita de «La Abu», mi mamá ^_^. Gracias a eso (¡y a que son vacaciones!) pude dedicarme con más tiempo, a prepararle detallitos, dulces, sandwiches con formas y algún banderín de tela para decorar. Empecé casi 6 días antes y, aún así…. ¡casi no llego!, pero, justo a tiempo, todo quedó listo para hacer de su día un día aún más especial.
La tarta (torta) y demás no fueron perfectos ¡ni mucho menos!, pero ella estaba feliz, ver sus ojitos al llegar a casa y encontrar por fín la torta armada… ¡no tiene precio! y, escucharla decir: «fue el mejor cumpleaños de mi vida»… ¿Qué puedo decir?, el tiempo y esfuerzo invertidos merecieron la pena con creces, ¡qué felicidad verla feliz!
Marsupina, mamá cangura. 