El 25 de Diciembre aún estaba frío y gris, pero, como ocurre cuando estás con buena compañía, para nosotros, fue un día cálido lleno de luz.
Tuvimos el privilegio de compartir esta fecha especial con una pareja amiga y su pequeña princesa, todos encantadores, disfrutando de charlas, risas y dulces, entre ellos un exquisito Pan Dulce casero hecho por Julieta, ¿a que es una artista?, ¡no sabéis lo rico que estaba!.
Como suele pasar en esta época la noche era fría, ¡muy fría!, llovía mucho, y el viento no sólo se oía, sino que, en la carretera junto con el frío, hacía que el camino se hiciera más lento, más largo…
Pero la emoción de las niñas, de ir a cenar a casa de sus abuelos paternos, recibir mimos de abuelos y tía, y, ¡los regalos!, lo compensaba todo; y, con buena música y unas cuantas canciones a trío, antes de darnos cuenta ya estábamos cenando, en familia y calentitos, contando experiencias pasadas y recientes, disfrutando de estar juntos, todos, un año más.
Esta foto-felicitación navideña nació para felicitar la Navidad a mis amigos y conocidos de Flickr, y está inspirada en la foto de una querida amiga que me hizo llegar una felicitación collage con fotos suyas, preciosas y cargadas de sentimiento : )
Pero en el pequeño escrito que hice en Flickr, van incluidos mis amigos y conocidos del blog, de la Red Canguro, de El Parto es Nuestro, de foros de crianza y de supervivientes de aneurismas cerebrales, amigos de infancia y amigos recientes… y, me gustaría que, todas esas personas maravillosas, sensibles, fuertes, valientes, que a pesar de la distancia y de que pueda pasar tiempo sin vernos ni escribirnos, están ahí, y saben que yo estoy aquí, ambos, pensando siempre en el otro y dispuestos a dar lo que podamos por ayudarnos; todos ellos, vosotros, sintáis hoy, y siempre, el cariño que os tengo y lo agradecida que estoy por haberos conocido.
¡Se me atrasan las cosas que quiero guardar aquí!, las horas del día no me alcanzan… Pero no me quejo, (vale, ¡un poco sí!), pero es que eso es que estoy viva, y ocupada, con ilusiones y actividades, y, a pesar de que a veces deseo más tiempo para sentarme tranquila a «jugar» con mis fotos o escribir en el blog para que no se sienta tan abandonado, me alegra ser yo la que lleva y trae a mis niñas del cole, quien les da de comer, las viste, las peina, quien escucha sus conversaciones interminables, disfruta de sus abrazos o argumenta en alguna de sus peleas…
Pero no venía a escribir sobre esto, ¡hay muchas otras cosas que llevo tiempo queriendo contar!, en especial mi vuelta a la Uni (sí, ¡a mi eterno Doctorado!…), con compañeros, pacientes, estudios, madrugones, esperanzas y desesperanzas. Me recuerda tanto a mi querido hospital, pienso tanto en mis compañeros de entonces, nuestras «andanzas», nuestros pacientes…
¡Pero tampoco quería escribir sobre esto!, simplemente venía a compartir algunas fotos que hice hace ya más de 1 semana para el proyecto «unidos por un click», donde, la semana pasada también, el tema fue: «manos».
Me encanta cuando nos acercan cosas del pasado, o del futuro… o incluso del presente pero ajenas a nuestra realidad, me gusta mucho poder verlas junto a mis hijas, y, en especial, que ellas puedan conocerlas, vivirlas, experimentarlas.
El domingo, casi por casualidad, nos «topamos» con una vieja, y preciosa, locomotora de vapor con sus vagones, una réplica perfecta de la original, sólo que varias veces más pequeña, con su caldera, con su maquinista echándole carbón, con sus paradas para limpiar su chimenea cargada de hollín y su recarga de agua… Tan bonita como perfecta y llena de fuerza, a pesar de su pequeño tamaño llevaba sin problemas, y más rápido de lo que me había imaginado, a su maquinista, una persona adulta, y unos 6 niños de todos los tamaños.
Era en un sitio cubierto y el vapor se acumulaba, ¡qué de humo largaba!, por lo que era complicado sacar fotos sin que parecieran un sueño borroso ^_^, pero, aún así, capturé algunos momentos, y, por supuesto, aquí los traigo para que también podáis disfrutar de ella 🙂
Otro 8 de Diciembre que ha llegado, y, como cada año, el ansiado día de armar el árbol de Navidad.
Ya os conté el año pasado todo lo que esperaba yo, de pequeña, que llegara ese día, poniendo adornos aquí y allí, especialmente en el arbolito de mi abuela materna, que no era ni la mitad de grande que el que tenemos hoy, pero podía pasarme el día entero allí, sentada o arrodillada en el suelo, decorando sus ramas, montando el pesebre, haciendo tarjetas con mis manos, oyendo a los adultos hablar y haciendo alguna pausa de vez en cuando para comer scones recién hechos, los que minutos antes había ayudado a cortar. Lee el resto de esta entrada »
Sí, una de las cosas que más me gustan de estas fechas es esa, hacer galletas, esta vez con formas navideñas ^_^, impregnar toda la casa con su aroma, (¡me encanta cómo huelen las galletas recién hechas!) pensar en cómo decorarlas para hacer un regalito especial o simplemente disfrutar de comerlas en familia (aunque, por más que regalemos algunas ¡siempre nos comemos unas cuantas!)
A los niños suele encantarles ayudarnos en la cocina, y, si tiene una parte creativa, donde pueden modelar y hacer formas a su antojo ¡más aún!. Mis niñas se lo pasan en grande, tanto que, una vez hecha la masa, como mi cocina es muy pequeñita, les llevo todos los «instrumentos de cocina» a la sala, a una mesa más grande, y, allí, las dejo experimentar a gusto. Lee el resto de esta entrada »
En casa están contando los días, pero no sólo para que lleguen los Reyes Magos o Papá Noel, sino para… ¡hacer el árbol!.
Me recuerdan a mi de pequeñita… ¡me encantaba decorar el árbol de Navidad!.
Ya no queda nada, la magia ya está aquí ^_^
Y con él el frío, ¡y los resfríos!…
Pero también la magia de la Navidad.
No me gusta nada la parte consumista de estas fechas, pero, por suerte, hace años ya que no me encuentro envuelta en ella ^_^ . Desde que soy madre, y vivo lejos de mi tierra natal, las Navidades se han convertido en una época de recogimiento, de hacer galletas caseras, de construir adornitos con nuestras manos, de mirar una peli navideña (por lo general de dibujos…) juntos en familia en el sofá y bajo una enorme manta calentita.
Pero no venía a escribir nada, sino simplemente a dejar la primera foto con la luz de estas fechas, y a decir que: ¡Diciembre ya está aquí! : )
Qué disfrutéis mucho este mes, y…
Abrigaros, ¡que está haciendo mucho ¡muchísimo! frío!
Estos días está haciendo mucho, ¡muchísimo! frío, parece que el tiempo quiere anunciarnos que ya viene el invierno, que antes de darnos cuenta llega la Navidad.
Como cualquier excusa es buena para sentarnos las 3 juntas y hacer cositas con nuestras manos, estas fechas son ideales para confeccionar tarjetas y postales navideñas, dejando volar la imaginación y pasando un rato divertido, confidente, con la suave luz del invierno y el calor del hogar.
Así es que allí nos pusimos, manos a la obra, rodeadas de hojas, cartulinas, marcadores, tijeras y pegamento, para dar rienda suelta a la imaginación y dejarnos llevar por la magia y la ilusión que embargan a los pequeños en estos días.
Marsupina, mamá cangura. 