Receta: Magdalenas livianas, pero ¡con corazón de chocolate!

Sí, parece una contradicción, pero, ¿por qué no hacer unas magdalenas ligeras y exquisitas a la vez?

Ésta no es una receta «convencional», es más bien una invención del momento (como suelen ser muchos de mis momentos en la cocina… Pero… ¿a que también os pasa de vez en cuando?- «A ver qué tengo para cocinar hoy?»… uff, qué poco hay, ¡a ver qué se me ocurre!)

Ésta es una receta adaptada de la del bizcocho «1,2,3», (¡o algo así!), bastante «a mi manera» pero en la que me inspiré, así es que se merece una mención ^.^

¡Pero no me enrollo más!. Aquí os dejo la receta que utilicé para las magdalenas de la foto:

Tarta de melocotón

La torta de duraznos era una de mis preferidas de pequeña.

 

A mi madre le encantaba la torta de frutillas (fresas) con crema chantilly (nata montada con azúcar glas y unas gotitas de escencia de vainilla), pero, cuando no era época de fresas, ella, o mi abuela, la hacían con duraznos en almíbar, ¡accesibles todo el año!

Vivencias: ¡Felices 9 años princesa!

A veces me parece increíble que ya seas «tan mayor»…

A veces te veo tan grande, tan madura. Otras veces eres tan pequeñita aún…

Deseo tanto poder estar «aquí» siempre; para acompañarte y darte todo este cariño que me desborda.

Este finde celebramos el cumple de nuestra cangurita mayor.

Dos semanas antes comencé con los preparativos. Aquí os dejo algunas de las fotos:

Alfajorcitos de maicena.

¡Sí! al fin tengo un ratito para contaros la receta de los alfajorcitos de maizena. Hay muchas variantes por internet y, como todo, cada uno encontrará su preferido ^.^

Los alfajores de maicena son en sí los favoritos de mi mamá. De pequeña yo prefería los alfajores «normales», los típicos rellenos de dulce de leche y bañados en chocolate; los de maicena… bueno, eran una opción, en especial los chiquitines hechos de forma artesanal en la panadería, esos que comprábamos para el postre o sobre-mesa de los domingos, junto a otras deliciosas «masas finas» (pastas de té, especialmente rellenas de crema pastelera o dulce de leche, borrachitas, hojaldradas, bañadas con chocolate… ¡ains! ¡qué cosas deliciosas!) No fue hasta que pasaron unos años de vivir en España y tener antojo de alfajores, que aprendí a hacer los de maicena, ¡ahora los adoro!

Pero bueno, no he venido a enrollarme con mis historias golosas, sino a compartir la receta que sigo, por si queréis probarlos. Ojalá los disfrutéis tanto como yo ^.^

Vivencias: Reencuentro (¡con muchas fotos!)

Este fin de semana tuvimos el placer, y la enorme alegría, de re-encontrarnos con queridos amigos, esos que, aunque pase un año sin apenas contacto, en cuanto se presenta la oportunidad, corres a verlos, a abrazarlos, a disfrutar de compartir juntos ese rato que desearías durara para siempre.

Tengo que reconocerles el gran mérito que es, no sólo organizar un asado (maravilloso, por cierto), sino el llegar desde lejos, y, apenas en proceso de «aterrizando», quedar con los «viejos» amigos, dedicarles un tiempo que vale oro, y agasajarlos como si fuera su casa, haciéndoles (¡haciéndonos!)  sentir como si el tiempo se hubiera detenido, en ese instante, como el del año pasado, cuando otra vez, pudimos compartir una tarde/noche de esas que no quieres que acaben nunca.

Si hay cosas que agradecer en la vida, una de ellas es ésta: conocer a personas maravillosas y, encima, tener la posibilidad de que, aunque la vida nos lleve por caminos diferentes, a tierras distintas, podamos seguir en contacto y disfrutarnos como lo hacemos siempre que tenemos la posibilidad de volver a estar juntos.

Nuestras magdalenas navideñas. Ideas para los dulces de Navidad.

Como os comentaba en la entrada sobre las galletas navideñas que hicimos este año, también horneamos y decoramos magdalenas, quedan buenísimas y muy vistosas.

¡Feliz Día de Reyes! Con receta de Roscón y fotos.

Aunque llego un día tarde, no quería dejar de desearos un feliz día de Reyes y compartir con vosotros nuestro primer Roscón casero.

La Rosca de Pascua, como la llamamos en Argentina, nunca fue uno de mis dulces preferidos… lo encuentro un poco seco y, las frutas que lo decoran, tampoco son mi gran tentación, sin embargo, desde hace un par de años, al ver lo especial que es este día en España, pensaba en hacer nosotras mismas nuestro dulce de Reyes.

¡Y resultó!, ayer, p0r fin, ¡me atrevít!, tendrá sus fallos, claro, es nuestra primera Rosca, pero ¡me encantó! es tan tierno y suave… Nos gustó a todos, tanto ¡que ya no queda nada!

Os dejo la receta por si queréis probarla, a mi me la pasó una buena amiga, a quien, a su vez, se la pasó una amiga. Para ser sincera yo lo modifiqué un poco, por un lado las medidas, porque no tengo balanza y todo lo hago «a tazas», y, por otro por el tipo de levadura, que no tenía fresca sino desecada, por lo que seguí las instrucciones que venían en el sobrecito.

Galletas Navideñas. Receta y muchas fotos.

Como siempre, cualquier excusa en buena para hacer y decorar nuestras propias galletas, y, la Navidad es una de ellas : )

Para la masa de las galletas utilicé una modificación de la receta de galletas que ya había puesto alguna vez, y ¡quedó buenísima!, os dejo la receta por si queréis probarla:

Pastafrola de dulce de membrillo. Con receta y muchas fotos.

Hacía años que no comía pastafrola…

Vale, tal vez exagero, seguramente que este mismo invierno (verano en Argentina), en nuestro viaje a la tierra de los abuelos, comí alguna, de dulce de batata que es la que más me gusta, pero aquí, en España, obviamente, en estos casi 12 años, no había comido nunca, ninguna.

El sábado en la compra semanal vi un dulce de membrillo que parecía delicioso, no suelo comprar, a las niñas no les gusta y mi medio limón no es nada dulcero, pero, no sé, tenía una pinta tan buena que me atreví a traerlo a casa.

El martes, al abrir la nevera lo ví ahí, solito… y, sinceramente, es un dulce que no me atrae demasiado, prefiero el de batata o, para todo ¡el dulce de leche!, así es que recordé una de las tartas tradicionales argentinas más ricas, una de las preferidas de mi madre y… ¡hagamos una pastafrola! y así mis niñas podrían conocer otro dulce argentino, mientras pasamos un rato creando juntas y disfrutando del resultado después.

La Pasta Frola es una masa de repostería similar a la masa quebrada pero que se suele aromatizar con vainilla y ralladura de limón, además de ser una masa básica que se puede rellenar con una gran variedad de ingredientes, es una tarta artesanal de tradición argentina, aunque su origen, si no me equivoco, es italiano. A lo que los italianos llaman pasta frolla es al tipo de pan con el cual se prepara la crostata, para nosotros pastafrola.

¡Felicidades princesa!

Como ya os había contado en el post de Una Semana sin Pausa, mi princesita menor cumplió 5 añitos, ¡5 años ya!, pero si ella es mi bebé…

Evidentemente ya no tengo bebé…

Está tan linda, tan mayor… ya nada, bucea, monta en bici como nosotros (ya salimos los 4 juntos ¡cada uno en su bicicleta! por cualquier lugar), casi lee y escribe todo, ayer vino encantada del cole diciéndome: «mamá, hoy la profe me dijo que ya me entiende todo lo que escribo sin necesidad de preguntarme nada». ¡Ains!, ¿dónde está mi bebé chiquitín?…

Aunque por supuesto seguimos disfrutando de acurrucarnos juntas, ella sobre mi regazo como si aún fuera tan pequeñita, y sigue pidiendo a úpa, y nos sigue encantado ir así pegaditas aunque ya pese un montón ^_^

Ideas: Sandwichitos cariñosos :)

Como prometí contar cómo hice las «delicias» del cumple de mi princesita mayor, aquí estoy con unos de los sandwiches con forma para los más pequeños (aunque reconozco que yo me comí más de 1! (y de 2 y de 3… ;P ) )

Son sencillísimos de hacer y, al menos a sus amiguitos, les llamó la atención y les encantó.

Vivencias: ¡Feliz cumpleaños princesa!

Ocho años ya… Si a veces me parece que fue ayer cuando te sostenía por primera vez en mis brazos, contra mi pecho, tan pequeñita, tan indefensa, tan tierna…

Este sábado fue el cumple de la princesita mayor de la casa y tuvimos la suerte de contar con la visita de «La Abu», mi mamá ^_^. Gracias a eso (¡y a que son vacaciones!) pude dedicarme con más tiempo, a prepararle detallitos, dulces, sandwiches con formas y algún banderín de tela para decorar. Empecé casi 6 días antes y, aún así…. ¡casi no llego!, pero, justo a tiempo, todo quedó listo para hacer de su día un día aún más especial.

La tarta (torta) y demás no fueron perfectos ¡ni mucho menos!, pero ella estaba feliz, ver sus ojitos al llegar a casa y encontrar por fín la torta armada… ¡no tiene precio! y, escucharla decir: «fue el mejor cumpleaños de mi vida»… ¿Qué puedo decir?, el tiempo y esfuerzo invertidos merecieron la pena con creces, ¡qué felicidad verla feliz!

Galletas navideñas. Receta.

Sí, una de las cosas que más me gustan de estas fechas es esa, hacer galletas, esta vez con formas navideñas ^_^, impregnar toda la casa con su aroma, (¡me encanta cómo huelen las galletas recién hechas!) pensar en cómo decorarlas para hacer un regalito especial o simplemente disfrutar de comerlas en familia (aunque, por más que regalemos algunas ¡siempre nos comemos unas cuantas!)

 

A los niños suele encantarles ayudarnos en la cocina, y, si tiene una parte creativa, donde pueden modelar y hacer formas a su antojo ¡más aún!. Mis niñas se lo pasan en grande, tanto que, una vez hecha la masa, como mi cocina es muy pequeñita, les llevo todos los «instrumentos de cocina» a la sala, a una mesa más grande, y, allí, las dejo experimentar a gusto.

Torta (tarta/bizcocho) de colorines.

Este mes en «La Vuelta al Mundo» (un grupo de Flickr del que os hablaré en otra entrada) el tema del mural es: «Multicolor-arcoiris».

Han subido unas fotos hemosas, super coloridas, y, entre ellas, parece que había también una «torta arcoiris» («rainbow cake»). La historia es más larga y, como decía antes, ya os hablaré en otro post, pero, esa torta, y Jackie Rueda, me inspiraron a hacer la nuestra, justamente para «regalársela» a ella, que acaba de llevarse un disgusto… (ojalá pudiera enviarle la torta de verdad) y a los compañeros del grupo.

La idea original la ví aquí y aquí (también gracias al grupo de «La Vuelta al Mundo»)

La nuestra no salió tan bonita (¡ni parecida! ;P ), pero nos divertimos un buen rato (¡y manchamos que daba gusto!, en especial los dedos al abrir los frasquitos de colorante, ¡y no sabéis lo que cuesta quitarlo!).

Vivencias: ¡Nuestras galletas en Kireei!

Supongo que muchos ya conoceréis Kireei, es un sitio lleno de cosas preciosas, un lugar ideal para inspirar la creatividad, y, por supuesto, para disfrutar de las cosas bonitas. No por nada le han llamado: «Kireei, cosas bellas».

A Kireei le dan forma cuatro personas que tuve la suerte de conocer mucho antes de su creación, aunque luego fuimos perdiendo contacto siempre las recordé con cariño, en especial a dos mujeres maravillosas: Meisi y Elena, con quienes compartimos muchos momentos de nuestras crianzas y a quienes les tengo un cariño especial.

Vivencias: Aroma a galleta.

Ayer contaba que hacía frío, llovía y había viento… ¡Hoy sigue igual!, y era de suponerse, el pronóstico del tiempo ya lo había advertido, tenemos lluvia para rato…

Pero como «al mal tiempo buena cara», pues nos pusimos a hacer galletas, y como las hacemos en dos etapas (primero la masa, luego a la nevera y después recién el modelado) pues nos entretienen un buen rato y, lo mejor, las peques se explayan a gusto, crean miles de formas y modelan como auténticas artistas, ¡Maite hasta las recortó con tijera!.

Se lo pasaron en grande, y yo con ellas (¡principalmente sacándoles fotos!)

La masa es sencillísima y admite muchas variaciones, las de ayer eran con harina integral y azúcar de caña, ambas de agricultura ecológica, con 2 huevos, mantequilla, un toque de limón y una pizca de canela, muy suaves pero sabrosísimas, la receta base la puse hace algún tiempo AQUÍ.

Primavera en galletas. Con tips para crear las tuyas propias.

La primavera me inspira…

El lunes por la tarde hacía mucho viento para quedarnos en la plaza así es que después del cole vinimos a casa, merendamos y nos dispusimos a cocinar galletas.

Primero preparamos la masa, la dejamos reposar según la receta y recortamos las formas.

Como no tenemos corta pasta nos las ingeniamos con tapitas y juguetes de encastre con formas, ¡vienen genial para cortar galletas!, y, de todos modos, a las niñas les encanta crear las suyas propias, no les pude hacer fotos porque esas, a penas salieron del horno, fueron directas a nuestras barrigas, pero Maite, por ejemplo, entre sus muchas creaciones, hizo una que asemejaba a dos volcanes juntos, aunque ella más bien, al volver a verla a la salida del horno, exclamó con los ojazos abiertos: ¡son dos tetitas!.

Ains, estos niños de pecho… me la comería a besos, nos hizo reir a su hermanita y a mí un buen rato, es tan tierna.

Galletas de avena y pasas. Receta sencilla.

Cuando el viento no nos permite disfrutar del aire libre, o cuando la lluvia y el frío se empeñan en hacernos volver pronto a casa, siempre nos queda el recurso culinario 🙂

Estas galletas, facílisimas de hacer, son una excelente opción para la hora de la merienda. Son nuestras galletas básicas, nos encanta hacerlas (¡aunque principalmente comerlas!) y las hacemos con la receta original o con variaciones según necesidad (si falta algún ingrediente, hemos llegado a hacerlas ¡sin huevos! variando un poco el resto de ingredientes y agregando un choqrrito de leche de vaca o avena) y según lo que nos apetezca agregarle el día que nos ponemos a hacerlas, ¡están buenísimas!.

Os dejo la receta para que podáis prepararlas vosotros mismos.

Polenta con salsa bolognesa.

Una de mis comidas favoritas cuando era pequeña era la polenta, sola con mantequilla y queso gratinada al horno, o acompañada de una rica salsa bolognesa.

El primero de año lo pasamos con unos amigos argentinos, vinieron a casa y, además del riquísimo budín inglés casero hecho por Julieta, nos trajeron de regalo 2 paquetes de polenta.

No pasó más de un día para que consiguiera el resto de ingredientes y preparara una deliciosa polenta gratinada acompañada de una salsa bolognesa como la que hacía mi abuela.

Para quienes no conozcáis la polenta, es un alimento obtenido a partir del maíz, por secado y trituración. El maíz es un cereal de alto valor nutritivo debido a su elevado contenido en hidratos de carbono, grasas y proteínas, así como vitaminas y minerales diversos.

Pastel de carne.

Como ya ha comenzado el frío se agradecen las comidas calientes. Además, por la misma razón, no molesta encender el horno, es más, ¡se está muy a gusto en la cocina con el horno trabajando!

Nosotras somos muy «verduleras», nos encantan las ensaladas, los salteados, los guisos de verduras, pero, al papá, le fascina todo lo que lleve carne.

A la mayoría de los niños también les gusta el sabor de la carne, pero muchos, en algún momento, pasan por la etapa de «hacer bola» en la boca, masticando por horas sin lograr tragarla… Yo también tuve esa época, solía decir que no me gustaba la carne, pero, «el pastel de carne» de mi abuela era una de mis comidas favoritas.

De vez en cuando me entra cierta «morriña»  y nos damos un mimo con un pastel de carne caliente y doradito:

Supongo que habrá diferentes recetas y en especial una «oficial», pero, lo bueno de hacer comida casera, es hacerla al gusto de cada familia.

Galletas navideñas. Receta sencilla.

Ayer era día festivo, aunque papá trabaja en la ciudad vecina y no tuvo la misma suerte nosotras.

El día se presentaba ventoso, ¡muy ventoso!, con lluvia, rayos y truenos, no era buen plan salir de casa, más bien hubiera sido toda una odisea.

La mañana pasó tranquila entre juegos, dibujos y conversaciones varias; y, después de una comida sabrosa y caliente sólo quedaba disfrutar de una buena siesta sobre el regazo de mamá, (o leer algún libro si el sueño no llegaba)

La tarde seguía igual, ¡más fría y ventosa aún!, así es que nos dispusimos a hacer galletas navideñas, no sé si serán muy navideñas pero el ponerles ese nombre, por estas fechas, les hacía mucha ilusión.

Así que allí nos fuimos las tres reposteras, con más hambre que experiencia, a cocinar nuestras galletas.

Es realmente bonito ver cómo van creciendo, como ya pueden hacer casi todo ellas solas, las dos juntas; escucharlas pedirse lo que necesitan, cómo se complementan mutuamente, ¡ fui casi una simple observadora de dos maestras reposteras!.