…Y todo con buena compañía, ¿se puede pedir más?
El sábado quedamos con una pareja amiga, que, además de ser buenos amigos son argentinos, así es que, aprovechando el buen tiempo y la brisa fresca, empezamos el día haciendo un asado.
La verdad, ¡echaba de menos el sabor de la comida a la parrilla!, ¡qué bueno estaba!, empezando por los choricillos, pasando por el cerdo y el pollo, hasta la carne «de verdad» (y eso que no soy nada carnívora), qué sabroso, ¡una maravilla!.
Es que además se disfruta cada preparativo y ese aroma que desprende, con la brisa cálida y los niños jugando alrededor, picoteando carne y preguntando «¿ya está?»… ¡como me recuerda a mi infancia!, en el campo o la casa de fin de semana, nuestra o de algún amigo, disfrutando el buen tiempo, la comida y la compañía.