No, no me volví loca, ese fue el tema de este mes en el grupo de fotografía «La Vuelta al Mundo»: las «Sillas»; aunque valían bancos, banquitos, sillones, sillitas, sillas de guardavidas y lo que la imaginación te permitiera siempre que rondara esa idea.
Me lo pasé muy bien este mes, pensé que sería más complicado, en casa no tengo ninguna silla que merezca ser fotografiada (es un poco vergonzoso, pero es la realidad, y, a pesar de no ser bonitas ni vistosas, ¡mis sillas cumplen perfectamente su función! 🙂 ) Sin embargo resultó un tema muy divertido, porque, gracias a él, salimos a buscar la mejor luz, las tres de excursión, con nuestra querida silla amarilla, que nos acompaña desde hace un par de años y que se vino desde lejos, del otro lado del charco, con nosotras en el avión.
Mis niñas adoran hacer fotos (¿se llevará en los genes?) así es que el primer día la propuesta fue: «vamos a sacar fotos las tres?» a lo que enseguida respondieron encantadas «¡siiii!». Y allá nos fuimos, cámara en mano, silla bajo el brazo y… ¡un montón de peluches!, porque claro, yo tenía una idea de foto, y ellas… ¡las suyas!.
Estas son algunas de las fotos de ese primer día (como siempre, perdonad por la calidad, WordPress las enseña a su antojo):
La verdad nos lo pasamos genial, nos reimos muchísimo y disfrutamos un buen rato de sol y naturaleza, cosas las tres, que, junto a sacar fotos, al menos a mí y a mis poyuelas, nos levantan el ánimo y nos hacen felices.
Al día siguiente no tenía pensado hacer fotos (¡aunque sí al otro!), pero me llevé la cámara porque adoro tenerla a mano.
Pasamos la tarde en la ludoteca, ¡les encanta! y a mí compartir los juegos con ellas, y, al ver las sillitas, la luz del atardecer con los primeros signos del otoño, y, en especial esa concentración de mi princesita al pintar, no pude resistirme y, aquí van otras 3, de una tarde de juegos, pinturas, fotos y sillas : )