Sí, parece una contradicción, pero, ¿por qué no hacer unas magdalenas ligeras y exquisitas a la vez?
Ésta no es una receta «convencional», es más bien una invención del momento (como suelen ser muchos de mis momentos en la cocina… Pero… ¿a que también os pasa de vez en cuando?- «A ver qué tengo para cocinar hoy?»… uff, qué poco hay, ¡a ver qué se me ocurre!)
Ésta es una receta adaptada de la del bizcocho «1,2,3», (¡o algo así!), bastante «a mi manera» pero en la que me inspiré, así es que se merece una mención ^.^
¡Pero no me enrollo más!. Aquí os dejo la receta que utilicé para las magdalenas de la foto: